Las aplicaciones de seguimiento del ciclo menstrual conllevan riesgos para las personas que las usan, según un informe publicado por el Minderoo Centre for Technology and Democracy de la Universidad de Cambridge (Reino Unido). Estas apps recopilan datos íntimos sobre la salud física y mental y las decisiones reproductivas de sus usuarias, y pueden ser explotados con fines comerciales o legales, advierte el informe.

Bryndl Hohmann-Marriott - datos menstruales
Bryndl Hohmann-Marriott
Codirectora de la Red de Investigación sobre Salud Menstrual y directora del Programa de Sociología, Estudios de Género y Criminología de la Universidad de Otago en Dunedin (Nueva Zelanda)
El informe The High Stakes of Tracking Menstruation (Los altos riesgos del seguimiento de la menstruación, en castellano), de la doctora Stefanie Felberger, del Minderoo Centre for Technology and Democracy, es una llamada de atención oportuna y necesaria que nos alerta a todos sobre el uso indebido de nuestros datos de salud vitales. Las aplicaciones de seguimiento del ciclo menstrual ofrecen un gran potencial para ser útiles y son utilizadas por cientos de millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, es posible que las personas que usan estas aplicaciones no estén tomando una decisión verdaderamente informada en un entorno normativo que no protege suficientemente la privacidad. El ciclo menstrual y la justicia reproductiva nos conciernen a todos.
Este informe ofrece una visión general concisa de las principales preocupaciones de las personas que usan las aplicaciones. Independientemente de la precisión (o falta de ella) de las aplicaciones, estas no pueden sustituir a la atención sanitaria y la investigación en este ámbito esencial. Ampliar el enfoque a cuestiones estructurales ofrece información especialmente útil. Este nuevo informe destaca las formas en que se extraen y combinan los datos del ciclo con el objetivo de influir en nosotros y controlarnos.
El informe dice: “Las aplicaciones de seguimiento del ciclo proponen una solución individual a problemas sociales, como la falta de servicios sanitarios y las lagunas en la investigación sobre la salud menstrual y reproductiva. Su utilidad, en cierto modo, se basa en la perpetuación de estos problemas estructurales a los que se enfrentan las personas que menstrúan. De cara al futuro, es fundamental recordar que cambiar los hábitos de seguimiento individuales no hará que las usuarias de las aplicaciones de seguimiento del ciclo estén más seguras, incluso si utilizan una aplicación segura. Tampoco servirá para alterar la urgente necesidad que tienen las usuarias de las aplicaciones de seguimiento, ni para hacer que los datos de seguimiento menstrual sean más accesibles para la investigación médica” (página 33).
Todos necesitamos saber más sobre el uso y el mal uso de nuestros datos sensibles de seguimiento personal, para poder apoyar las políticas que protegen nuestros datos de salud. Debemos mejorar la atención sanitaria, las políticas y la investigación. También es esencial contar con aplicaciones independientes impulsadas por la atención sanitaria, la educación y la investigación, y no por fines de lucro.
- Informe
Stefanie Felsberger | The Minderoo Centre for Technology and Democracy
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